miércoles, 20 de octubre de 2010

El abono de la vida

Crecer y dar fruto no es algo sencillo, muchas veces sentimos que estamos secos que en nuestra vida espiritual nos estamos quedando cortos, tal y como la higuera esteril de la siguiente parábola del Evangelio:

Evangelio: Lucas 13, 7-9
Y les dijo esta parábola: "Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?" Pero el viñador contestó: "Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás"".

Para poder entender este mensaje es importante primero observar la situación del dueño de la viña. El le dio un espacio, un terreno, agua y demás para que creciera fuerte y hermosa, pero ha cambio la higuera tenía que dar fruto. Sin embargo, han pasado tres años y aun no le ha dado nada... Tres años, es decir tiempo suficiente... Por ello decide cortarla.

Tu y yo hemos recibido del Padre la vida y las condiciones necesarias para dar fruto, pero ¿qué hemos hecho? ¿hemos ayudado a los demás? ¿nos abandonamos a nosotros mismos para amar? ¿Aún guardamos rencores? ¿hemos puesto nuestras capacidades al servicio de Dios y de los demás?... Si no es así pronto se nos gastará el terreno y nos cortarán de raíz... es decir, llegaría el día de nuestra muerte y que habremos heredado?

Pero, la buena noticia es que el viñador, Jesucristo, intercede por nosotros y nos brinda una segunda oportunidad con su sacrificio de amor en la cruz, y espera y confía en que podamos dar fruto, no obstante para ello debe cabar alrededor y echar estiercol.

Vale la pena preguntarse que es cabar alrededor?

Podríamos decir, que significa aquellos momentos en que Cristo nos pide entrar en lo más profundo de nosotros mismos, en nuestro corazón, nuestros pensamientos, emociones y aquellas situaciones de nuestra vida que aún no hemos resuelto, para entregarnos a el desde la raíz.

Por otro lado... ¿cuál es el estiercol?

Sabemos que el abono es material en descomposición, pues bien Cristo, quiere valerse de las situaciones más difíciles por las que has atravesado, de aquello que quieres olvidar, para tu aprendas y crezcas. El quiere que le confies tus problemas y el no los resolverá por ti, pero te ayudará a hacerlo.

Dejará que pasen muchas situaciones en nuestras vidas que son difíciles de entender, que duelen, que enojan o entristecen, pero lo cierto es que esto es apenas el abono... Pasará el tiempo y entenderemos como todo ello nos ayudó a crecer en la Fe.... Y daremos frutos, no seremos cortados y el Padre se complacerá en nosotros...

Señor Jesus, sé nuestro Viñador, paciente y misericordioso...!!... AMEN

Les quiere Osva

miércoles, 6 de octubre de 2010

El hotelero

Hola mis queridos amigos en Cristo el Señor..!!

Muchas veces meditamos en torno a quien es mi prójimo al igual que el hombre del Evangelio, (http://www.aciprensa.com/calendario/calendario.php?dia=4&mes=10&ano=2010) que recibe como respuesta de Jesús la Parábola del Buen Samaritano.

Leyendo este pasaje tan conocido, me sorprendí de que la respuesta de Jesús es bastante comprometedora, no se trata de quien sea tu prójimo, se trata de que tu lo seas para los demás. De asumir los dolores de tus hermanos, hacerlos tuyos y hacer siempre un esfuerzo adicional por ellos. Cómo hacerlo? Bueno, pues estando pendientes de las sitauciones que atreviesan tus amigos, estar atentos a las necesidades de nuestra familia y de los más próximos, solo así podemos permanecer sensibles a las dificultades de una sociedad que sufre. Además podemos aprovechar todos lo canales de ayuda que nos ofrece la Iglesia para ayudar a los más necesitados.

Pero por otro lado y escuchando una bella reflexión sobre esta parábola, me dí cuenta de un personaje que muchas veces pasa desapercibido....¿sabés cuál? Si... el hotelero. Esta persona que recibe en su tienda a la persona lastimada y mal herida, que recibe un pago por su trabajo y por lo demás que pueda gastar.

Ese personaje puedes ser tu, este que está al servicio de la Iglesia, recibiendo de Dios la paga por su servicio para que al mismo tiempo te pide que recibas en tu corazón a aquellas personas que El en su infinito amor y misericordia ya curó, ya perdonó, ya sanó; solo quiere que tu completes el trabajo, y te dará los dones y los talentos que necesites para ello.

Es necesario que abramos nuestro corazón para recibir a estas personas que durante la vida han sido asaltadas, robándoles su dignidad, su amor propio, su estima, sus afectos, su confianza, para ellas debemos ser su prójimo y debemos mostrarles que en la vida de Iglesia les vamos a recibir para terminar de curarse y volver al camino de la vida con fuerza renovada. Así como probablemente sucedió contigo o conmigo en algún momento.

Pidasmole al Señor todo misericordioso nos de un corazón acogedor para recibir con afecto a nuestro prójimo.

Que estés muy bien un abrazo...!! Saludos...Osva...

Con y Por Amor