martes, 16 de marzo de 2010

Hola mis muy queridos amigos en Cristo Nuestro Señor...

Hace tan solo unas semanas el Papa Benedicto XVI, ha impulsado la utilización de los medios tecnológicos como espacio para la Evangelización, por eso a aprovechando el tiempo oportuno de la cuaresma, para la reflexión iniciamos este espacio de análisis, crecimiento y meditación, de la cotidianidad de nuestra vida, a través de la Palabra de Dios.

Como les comentaba, la cuaresma es el espacio del año donde la mirada la dirigimos a nuestro interior para evaluar nuestra forma de comportarnos.

Yo creo amigos mios que la cuaresma exige un momento intenso de oración ¿no les parece? Un momento donde nos olvidemos de todo por un instante y en el silencio de la oración nos dejemos llevar por la vos de Jesús, un espacio destinado a escuchar su palabra, esa que llega a nosotros siempre con una intensión.

A propósito de la voz de Dios, esta lectura nos regala un mensaje muy directo, concreto y hermoso:

  • Primera Lectura: Isaías 55,10-11
    "Mi palabra hará mi voluntad"

    Así dice el Señor: "Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo.

Esta promesa de Dios es hoy para nosotros, pongamonos a recordar todas las oraciones que compartimos, las reflexiones, las lecturas bíblicas y retiros que hemos vivido............¿increíble no? Pues bien, más increíble es que cada palabra recibida en esas actividades cada mensaje grabado en el corazón, cada detalle recordado es porque Dios ese día en ese momento, mandó su palabra como lluvia sobre nosotros...Pero no para que se quedara ahí, sino para una misión, ¿cuantas veces hemos consolado a algunas personas con las mismas palabras que recibimos en un retiro, una charla o una canción? Es decir, cumple el encargo de Dios y vuelve a El como alabanza y gloria de su Nombre.

A veces en los grupos, ya sea eclesiales o porque no en las escuelas, colegios y trabajos; parece que la semilla sembrada no ha producido nada, a veces jóvenes con mucho potencial se salen de los grupos o abandonan sus proyectos, sin poderlo evitar, y el desánimo y la desesperanza se apoderan de nosotros; como probablemente le pasó muchas veces a Isaías, por el Señor le da este mensaje, mi palabra "hará mi voluntad". No se preocupen tanto por estas situaciones, con la semilla de la Palabra de Dios podemos decir que: "lo sembrado, sembrado está"

Gracias a ustedes sembradores de la palabra de Dios, por cansarse por el descanso de otros, por hacer las cosas con y por amor... La semilla que se siembra sin amor, queda a expensas de cualquier depradador, en cambio la semilla sembrada con amor, queda en lo profundo de la tierra y germinará con amor...

Cuando hablas con amor a un joven, la semilla queda en su corazón no en su mente, cuando le tratas con amor obedece y da lo mejor de sí, en cambio si te impones con gritos obedece con mediocridad... Si les sonríes cuando más lo necesiten, ellos te van a sonreír cuando más lo necesites tu. Por eso la Palabra de Dios nunca se devuelve vacía...

Por eso mis queridos amigos en Cristo, espero que estas palabras también cumpla con el encargo del Señor...

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Con y Por Amor